
Los pleitos en las comidas familiares por los terrenos de la abuelita, las demandas por la casa del papá, la rebatinga por las joyas de la tía… todo eso puede evitarse porque sabemos que papelito habla y el testamento es el único documento legal en el que una persona puede especificar su última voluntad con respecto a sus bienes una vez que fallezca.
El testamento es una oportunidad para heredar tranquilidad a nuestros seres queridos y no dejarles pleitos familiares o problemas legales cuando ya no estemos en este mundo; suena trágico, pero es muy real, y como septiembre es el mes del testamento, en este blog te daremos la información necesaria para que te animes a dar ese paso y garantizar que tus deseos sean respetados en el futuro.

Con el fin de promover la cultura testamentaria en nuestro país y con la idea de fomentar la protección del patrimonio familiar, la Secretaría de Gobernación (Segob) y el Notariado Mexicano organizan desde 2003 la campaña Septiembre, mes del testamento, con la que invitan a todas las personas a otorgar su testamento aprovechando los beneficios que ofrecen durante ese mes, entre ellos:

Reducción de costos de hasta 50 % para el otorgamiento de un testamento

Asesoría jurídica gratuita sobre cuestiones testamentarias

Horarios de atención extendidos en notarías de todo el país

¿Qué pasa si no haces tu testamento?
Mucho. Primero que nada, se van a arruinar cenas navideñas, reuniones de cumpleaños o comidas domingueras porque tus hijas, hijos, pareja y demás familiares van a discutir sobre quién se queda con qué, quién vio más por ti y se merece todo, en fin.

Pero deja de eso, tendrán que abrir un juicio sucesorio intestamentario (se lee complicado, y sí lo es) que puede ser muy costoso y requiere de mucho tiempo para seguir tooooodo el trámite.
Además, si tenías preferencia por alguien para que se quedara con un bien o inmueble muy valioso para ti, ese deseo va a esfumarse porque todo se repartirá conforme se determine en el juicio.


Hacer tu testamento no es anticipar tu muerte, nada de eso, lejos de ser un mal augurio, es una herramienta con la que podemos garantizar la seguridad jurídica de nuestros seres queridos. Tampoco significa que tus bienes pasan de inmediato a las personas que designas como herederas y tú te vas de patitas a la calle, para nada, sigues siendo dueño o dueña de los bienes que están a tu nombre y mientras sigas en este mundo puedes regalarlos, venderlos o hacer lo que quieras con ellos, porque los bienes pasarán a manos de las personas herederas solo hasta que hayas fallecido.

Bueno, bueno, y suponiendo que ya te decidiste a hacer tu testamento, fuiste a la notaría más cercana a preguntar qué necesitas, estás en pleno uso de tus facultades mentales, cumples con la edad mínima en tu estado para hacer un testamento, ya pensaste cómo vas a repartir lo que tienes… Ahora la duda es: ¿quién se encargará de vigilar que se cumpla tu última voluntad? La o el albacea, es decir, la persona que designas en tu testamento para que, una vez que fallezcas, tenga la función de cumplir al pie de la letra lo que estipulaste, para eso deberá acudir ante la notaría, presentar tu acta de defunción y el testimonio del testamento (una copia íntegra del documento y avalada por la notaría), y le indicarán cuál es el procedimiento para iniciar el trámite sucesorio; obvio, tienes que avisarle a esa persona que la asignaste como albacea, no se te vaya a olvidar ese pequeño detalle.

No confundas a la o el albacea con una o un tutor, ya que este último se refiere a una persona que designas para que al momento en que fallezcas se encargue de la guarda, custodia y representación de una persona menor de edad o alguien con discapacidad que esté bajo tu tutela. Algo importante para aclarar es que la o el tutor puede desempeñar esa función hasta que ambos padres hayan fallecido y no dispone, en ningún caso, de los bienes heredado a las y los menores de edad, salvo con la autorización de un juez.

Seguramente también te preguntarás: “¿Y si hago mi testamento y después cambio de opinión?”.
¡Ah!, no te preocupes, ya que es un documento revocable y puedes modificarlo las veces que quieras, solo toma en cuenta que la última versión que hagas ante una notaría será el válido.

Ahora sí, ¿ya vas a hacer tu testamento? No dejes pasar más tiempo, septiembre está a punto de terminar y puedes beneficiarte de las facilidades que ofrecen las notarías, además, es muy sencillo:
- Asiste a la notaría más cercana, si no sabes cuál es, busca en el Directorio de Notarios de la República Mexicana del Colegio Nacional del Notariado Mexicano, está fácil, sólo da clic aquí https://www.notariadomexicano.org.mx/directorio-de-notarios/
- No olvides llevar una identificación oficial y una acopia de tu acta de nacimiento. Te preguntarán algunos datos generales.
- No necesitas llevar las escrituras de tus propiedades, solo debes manifestar tu voluntad de manera clara ante la o el notario sobre a quién o a quiénes heredarás.
- En algunos estados del país es necesario llevar testigos al momento de redactar tu testamento.
- Por último, cubres los pagos de los derechos correspondientes. Recuerda, durante septiembre te pueden hacer hasta 50% de descuento.


Cuéntanos, ¿ya hiciste tu testamento? ¿Cómo fue la experiencia? Si no lo has hecho, ¿qué es lo que te lo ha impedido?
Aida Araceli Monterde
Me interesa
josé manuel medina bocanegra
¿Pueden proporcionarme directorio de los lugares a donde puedo acudir?
Rodolfo Ortiz Hidalgo
Excelente, que nos recuerden a “septiembre mes del testamento”, y saber que podemos aprovechar los beneficios que nos ofrecen, a quienes acudamos a realizar los trámites.
En otro tema, también relacionado al presente mes de septiembre; y con relación, al día de hoy 19; aprovecho la oportunidad, para compartirles, de mi carpeta de archivos de “Sueños Premonitorios”, mi experiencia, desde otro ángulo, es un viejo artículo, relacionado a aquel histórico evento de hace 39 años de distancia.
Con el deseo de que, les resulte interesante:
Es el mes de ABRIL de 1985, estoy en mi casa, es de madrugada, y SUEÑO que: … me encuentro en el interior de un departamento del tercer nivel, hay una reunión de celebración de algo, converso con un amigo, sostengo en mi mano un vaso unicel que contiene refresco, de pronto se siente un sismo, es cada vez más intenso.
El edificio que estoy soñando no es mayor a siete pisos (no lo sé con precisión), a consecuencia del terremoto en dicho sueño, se comienza a inclinar hacia adelante el edificio de departamentos , cada vez a mayor velocidad, atraído por la fuerza de gravedad.
Observo en el sueño que, dicho edificio está ubicado en una esquina, y al lado derecho está un parque, enfrente hay una avenida de doble circulación, y un camellón central.
Todo se mueve en dicho sueño, como si el piso fueran olas, parece una danza macabra, es impresionante; en su fuerte inclinación, está a punto de hacer impacto el edificio contra el suelo, siento un fuerte vértigo, luego lo veo derrumbado, ocupando el ancho de toda la avenida, y veo sus cimientos que quedan expuestos al exterior, similar a la posición en que quedan las raíces de un árbol caído…
¡Despierto alarmado, me doy cuenta que es únicamente un sueño! Se lo platico a mi esposa, me escucha y me comenta ella que es una pesadilla, enseguida me duermo.
Ya en la vida real, y 5 MESES DESPUÉS, como sabemos, el 19 de septiembre de 1985 la ciudad de México sufre un fuerte terremoto a las siete diecinueve de la mañana.
Pocos días después del funesto suceso; como ingeniero arquitecto, termino de inspeccionar el estado en que quedó un edificio que habita un compañero de mi Centro de Trabajo, esto es en la colonia Roma de la Ciudad de México, luego camino por un parque, y me encuentro exactamente con el mismo edificio que precisamente yo había soñado meses atrás, y que en la vida real jamás había visto; está ubicado en una esquina, al lado derecho hay un parque y frente al inmueble hay una avenida de doble circulación, con un camellón central. La cimentación de este edificio caído, se encuentra expuesta al exterior. Similar a la posición en que quedan las raíces de un árbol caído…
Tomé algunas fotos.
Analizo que, casi todo coincide con el sueño que tuve cinco meses atrás.
No logro comprender por qué, y con meses de anticipación, soñé dicho acontecimiento, es el mismo edificio y sus contornos; todo coincidió con precisión.
Es todo.
Saludos querida Comunidad del Blog Equipo INFONAVIT.
Gracias por leerme.