¡Uff! ¡Qué día!

¡Ash! Llegué tarde y con enojo después de pasar horas en el tráfico… Pero, bueno, unas respiraciones y pasa. ¡Qué miedo! De pronto recuerdo que debo presentar el informe que aún no he terminado, estoy sudando y mi mente va a mil por hora.

¡Yei! Llegó el correo de que mis vacaciones fueron aprobadas; ¡qué alegría!, ya me vi en la playa con una bebida refrescante… pero ¡momento!, tengo que entregar todo antes de irme, ¡que ansiedad! Para rematar, sentí un poco de envidia al enterarme de que alguien de reciente ingreso recibió una promoción, ¿por qué no me consideraron para ese ascenso?

En fin, ya casi termina mi día. Mientras reviso mis pendientes, todo parece abrumador y ya no siento motivación para seguir… Mañana será otro día.

El caos de la vida godín puede ser agotador y estresante debido a la montaña rusa de emociones que experimentamos a lo largo del día; algunas pueden ser incómodas, pero nos han enseñado que la razón es superior. La realidad es que las emociones no son ni buenas ni malas, reconocerlas y aceptarlas es el primer paso para manejarlas y lograr un equilibrio en nuestra vida laboral.

Si ya viste la película Intensa mente 1 y 2, es probable que entiendas un poco el funcionamiento de las emociones y la mente humana; si aún no, no te preocupes, vamos a hacer un pequeño ejercicio para entenderlas y quizá reconozcas que en tu trabajo diario experimentas una o varias.

Identifica tus emociones

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Enojo

Surge cuando sentimos que nuestros límites están siendo sobrepasados, ya sea por una carga de trabajo excesiva, falta de reconocimiento o conflictos con colegas. En lugar de reaccionar impulsivamente, es útil hacer una pausa y preguntarnos qué es lo que realmente nos está molestando y cómo podemos tratar la situación de manera diferente.

Tristeza

Surge ante un proyecto fallido, una crítica o la pérdida de algo o alguien importante. Esta emoción nos invita a hacer una pausa, reflexionar lo que ha sucedido y buscar formas de ver las cosas de manera diferente.

Alegría

Se manifiesta cuando logramos cumplir una tarea, recibimos un reconocimiento o simplemente al tener una buena relación con las y los colegas, entre otras cosas. Recuerda, es importante aprender a encontrar satisfacción en el proceso y en los pequeños logros del día a día.

Miedo
Puede manifestarse como temor ante un nuevo desafío, no cumplir las expectativas o incertidumbre del futuro. En lugar de dejar que nos paralice, podemos preguntarnos qué es lo que realmente tememos y cómo podemos enfrentarlo con las herramientas y recursos disponibles. No olvides que tu lugar de trabajo es un lugar seguro.

Desagrado

Puede surgir ante comportamientos poco éticos, entornos insalubres o situaciones que consideramos inaceptables. Es importante hacer caso a esta emoción y actuar de acuerdo con nuestros valores y principios, buscando siempre un ambiente de trabajo seguro y respetuoso.

Vergüenza

Surge cuando cometemos errores en público o no cumplimos con las expectativas del equipo. Sentir vergüenza es una señal de que valoramos la opinión de las y los demás. Es importante reconocer nuestros errores y buscar mejorar manteniendo nuestros límites personales.

Ansiedad

En ocasiones se manifiesta como nerviosismo y preocupación provocado por sucesos futuros, especialmente, cuando sentimos incertidumbre respecto de los resultados. Puedes manejarla si das prioridad a tareas y buscas ayuda cuando sea necesario, para mantener un equilibrio saludable y evitar que esta emoción afecte nuestro rendimiento y bienestar.

Ennuí (aburrimento)

Puede surgir por la rutina y la falta de estímulos desafiantes, llevándote a experimentar una sensación de vacío y apatía. Puedes buscar formas de reintroducir la pasión y el compromiso en tus actividades, ya sea con nuevos proyectos, aprendizajes o cambios en las actividades, y claro, replantearte si estás en el lugar que deseas estar.

Envidia

Cuando comparamos nuestro progreso o reconocimiento con el de las y los colegas y tenemos la sensación de que merecemos lo mismo o más. Reconocerla permite analizar objetivamente nuestras habilidades y logros para así establecer metas claras para alcanzar lo que deseamos, transformándola en una fuerza motivadora en lugar de un obstáculo.

Las emociones son una parte de nuestra vida personal y laboral, ya que es donde pasamos gran parte del tiempo. No hay emociones buenas o malas, todas tienen un propósito y nos dan valiosas señales de cómo gestionamos nuestras relaciones en el trabajo. Al entender y guiar nuestras emociones podemos mejorar nuestro bienestar, productividad y las relaciones con nuestros equipos.

Así que la próxima vez que experimentes alguna de estas emociones, toma en cuenta a estos personajes y úsalos a tu favor para reflexionar sobre tu comportamiento y contribuir a un ambiente laboral más armonioso y efectivo.

Si alguna vez sientes que las emociones que experimentas en el trabajo te sobrepasan, recuerda que el Infonavit cuenta con un servicio de atención psicológica cuando lo necesites, ya sea de manera presencial o por Teams, envía un correo a psicologia@infonavit.org.mx, disponible de lunes a viernes de 9:00 a 17:00 horas.

¿Has experimentado alguna de las emociones presentadas? ¿Cómo las has gestionado? Cuéntanos en los comentarios.

4 comentarios

  1. Karina Armas

    Ennuí

  2. Alejandra Hernàndez Lòpez

    Excelente material, el como identifican las emociones con esos ejemplos que son los que se nos presentan en el dìa…
    Gracias por ayudarnos a vernos màs allá

  3. Maria de Lourdes Islas Rico

    Excelente tema y eh cierto a veces nos invaden las emociones en la oficina y hay que saberlas manejar !!!

  4. Carmen Fortiz

    Me encantó el tema de las emociones!! Les comparto que una compañera de la oficina me apoda “alegría”, dice que siempre llego saludando muy sonriente y la verdad es porque AMO MI TRABAJOOOO!! Pero la francamente, todas las emociones en mayor o menor medida, son parte de mi…

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