Orgullo, pasión, identidad: futbol e Infonavit

De un lado a otro; lágrimas a punto de salir; te paras, te sientas, miles de veces; los minutos parecen horas; gritas de desesperación y al mismo tiempo de alegría; quieres abrazar, pero también quieres quedarte solo. Es un instante que resuena en la eternidad.

Así se siente cualquier aficionado en los últimos instantes de un partido de futbol…

No soy religioso, pero es un don de Dios ser aficionado del Cruz Azul. Orgulloso del color de mi equipo, me pongo mi jersey. Ese que ha ido a todos los partidos cuando se juega de local y algunos más de visitante.

Toda la semana previa a la final, cada 15 o 20 minutos, me acordaba del partido decisivo. ¡Andaba muy ansioso!

Carlos Hermosillo, Horacio López Salgado, José de Jesús Corona… la lista es extensa. La historia de esta institución es de esfuerzo, trabajo en conjunto, orgullo, dramatismo y pasión. A pesar de las derrotas de los últimos tiempos, la camiseta nunca falta en los abuelos, en los padres, en los niños, porque la pasión no tiene límites ni edades.

Vi todas las entrevistas a jugadores y cuerpo técnico. En una de ellas, el entrenador dijo que se llegó a la gran final gracias al día a día. Cada entrenamiento, cada partido es parte de este logro. En este proceso, todos fuimos parte: directivos, jugadores, entrenadores y, sobre todo, la afición más leal y fiel.

Algo en mí me hacía sentir confianza. En el partido se dio todo y más,  más de cada uno de nosotros, gritamos hasta quedarnos sin voz, brincamos hasta que las piernas no respondían, agitamos la bandera hasta no poder más y alentamos desde el corazón, como lo hace mi equipo. Esta ilusión es parte de mi identidad.

Dentro y fuera de la cancha soy Cruz Azul. El equipo que representa esfuerzos y constancia; el que se levanta y continúa en el partido; el que conecta con cada uno de sus aficionados de maneras distintas; el que, cuando ves un escudo, te acuerdas de un aficionado en específico.

Por el buen futbol que ha desplegado, por el juego de corazón de sus jugadores, por el pasado y el presente, por la mística… ¡Cruz Azul por siempre!

¡Ódiame más! Llegó el día de la gran final. Me sentía con la confianza de reafirmar que somos el equipo más ganador de campeonatos en la historia del futbol mexicano. Somos la escuadra más popular de México.

Ya sé que dirán que las polémicas arbitrales, que somos los protegidos… Nada, ¡Se ganó una copa más! Toda mi familia es del ‘Ame’ y nos reunimos a ver el partido. El amor a este club se hereda y se trae en la sangre.

Es un complemento perfecto: los jugadores, la historia, los colores y el símbolo que nos representan son para mí el orgullo más grande. Ser del América es ser una marca reconocida, aquí y en el mundo.

Disfruté de un equipo extraordinario en esta final porque este 26 de mayo se escribió una página más de esta gloriosa historia; el equipo sudó y defendió esta playera, se gozó cada minuto en la cancha, porque la grandeza va más allá de un resultado, de un partido, de los títulos ganados o por ganar.

Carlos Reinoso, Cuauhtémoc Blanco, Henry Martín escribieron y han escrito la historia de este equipo. Tardes mágicas nos brindaron las leyendas del americanismo, jugadores que han sido líderes en el campo y clave en los éxitos del equipo.

Solo hay un club que, desde antes del primer partido de cualquier torneo, está obligado a ganar el trofeo. No está permitida otra opción. Es parte de la grandeza y de la exigencia del América. Es lo que nos hace únicos.

Dentro y fuera de la cancha, el equipo y afición no solo somos grandes, somos grandes de corazón. Por tradición, por grandeza, por identidad, por constancia, por unión… Yo soy del América y defiendo este orgullo… ¡América campeón!

Los aficionados del América y del Cruz Azul (y en general de los equipos en México) no solo viven el futbol; lo respiran, lo sueñan, lo llevan en la sangre. Se saben todos los logros, cantan los himnos y con orgullo se ponen la camiseta, dentro y fuera de la cancha. Este fervor, esta identidad tan arraigada no es muy distinta de lo que vivimos día a día en Infonavit.

En la cancha, los jugadores de América y Cruz Azul se ponen la camiseta con orgullo, defendiendo sus colores con cada jugada, cada pase, cada gol. Así, los trabajadores del Infonavit se ponen la camiseta de la institución, tanto dentro como fuera de la oficina. Llevan consigo su identidad y valores, reflejando compromiso y dedicación en cada tarea que realizan.

Cada aficionado conoce a la perfección los logros de su equipo, desde los campeonatos ganados hasta las hazañas inolvidables de sus ídolos. De igual manera, los colaboradores del Infonavit están al tanto de los grandes hitos de la institución, celebran cada avance y cada éxito con el mismo entusiasmo con que se emocionan por los goles.

La pasión que se vive en la final del futbol es contagiosa. Esa misma pasión es la que impulsa a los trabajadores del Infonavit a dar lo mejor de sí mismos, contribuyendo a la misión de la institución con energía y compromiso. Ser parte del Infonavit es como ser parte de una gran afición, una comunidad que comparte un propósito común y una visión de futuro.

En resumen, tanto en el futbol como en el Infonavit, el orgullo, la identidad y la pasión son fuerzas que mueven a sus integrantes. Ponerse la camiseta significa más que solo llevar un logotipo; es comprometerse con una causa, trabajar en equipo y celebrar cada logro como un triunfo colectivo.

Así que, colegas, sigamos poniéndonos la camiseta con orgullo, dentro y fuera de la cancha. Sigamos siendo esa marca famosa y respetada, conocidos por nuestra pasión y compromiso. Porque en cada uno de nosotros vive el espíritu de un campeón, y juntos hacemos del Infonavit un equipo invencible.

Por cierto, ¡felicidades al campeón América!

3 comentarios

  1. JUAN ANTONIO FLORES MOLINA

    el fut nacional está de flojera,

  2. Desiderio Arango

    con todo respeto a los aficionados a este deporte, no me interesa ver a 22 millonarios detrás de una pelota y encima de eso un merolicronista diciéndome lo que estoy viendo en la pantalla, en fin cada quien su gusto

  3. Rodolfo Ortiz Hidalgo

    Con fundamento a la conocida frase de Evelyn Beatrice Hall (No es de Voltaire).

    “No estoy de acuerdo con lo que usted dice, pero defenderé hasta la muerte su derecho a decirlo”.
    Me refiero a este artículo: “Orgullo, pasión, identidad: futbol e Infonavit”

    Respetuosamente comento por escrito mi pensamiento.
    No todos ni siquiera cercanos al 100% somos aficionados ni fanáticos del futbol.
    Es bien sabido mundialmente que, el fútbol, como deporte, es un negocio millonario.
    Y apasiona a millones de personas en el mundo.
    A algunos los lleva hasta el éxtasis del fanatismo. Que los vuelve agresivos si acaso alguien piensa diferente a ellos.
    Los noticieros de todos los días, siempre están hablando de fútbol, tal como si ese fuese el motivo de la vida.
    Todos los días, en muchos medios muestran caras de algunos fanáticos, como la expresión en la imagen que vemos al principio de este artículo. Hay futbol hasta en la sopa.

    Por dios, también se vale pensar diferente.

    Cabe recordar la conocida frase histórica, que también utilizó Steve Jobs: “Piensa diferente”

    Va la pregunta:

    ¿Como un buen ejemplo de equipo de trabajo para el INFONAVIT, debemos admirar y aprender de los equipos del Cruz azul, América, o como se llame el campeón de fútbol del momento?

    ¿Y, además, como brazo institucional (blog), felicitarlos?

    ¿No será mejor que ellos aprendan, de lo muy valioso que es el gran equipo del INFONAVIT?

    ¿Por otro lado, alguien bien podría tomar, como referencia, al gran equipo de trabajo, reconocido mundialmente, no futbolísticamente hablando, sin musicalmente hablando, al que dirige André Rieu. En su apasionada interpretación “Oh Fortuna”?

    (Lik: https://youtu.be/EJC-_j3SnXk?si=c-ZgwDtDmIdgEd0C)

    A muchos seguramente nos les gustaría, ya que en gustos se rompen géneros; como en el fútbol.
    ¿A alguien le ha inquietado, conocer el trabajo y pasión en equipo de alguna armadora automotriz? ¿Por ejemplo “Mack”, en la cual los trabajadores llevan el logotipo en el alma? Existe un vídeo de aproximadamente dos horas.
    Tanto de esta industria automotriz, como muchísimas diferentes, mundialmente conocidas, pudiera resultar muy interesante saber cómo trabajan, como equipos de trabajo.

    Por otro lado, entre miles de libros, hay uno conocido que, refiere a una de las brillantes empresas, mundialmente líderes en el ramo de la Tecnología de la Información, tal es el caso de una referida, en su libro que escribió Ram Charam: “Excelencia en el Servicio”

    Ejemplos de apasionados equipo de trabajo, se tienen miles.

    De manera que, es mi humilde y muy respetuoso comentario.

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