No es casualidad que nuestro 50 aniversario coincida con el Año de la Atención, porque hemos adoptado como insignia el celebrar sirviendo –desde lo que corresponda a cada una y uno– para que en cada centro de trabajo aportemos todo lo necesario para que este año se viva como debe ser.
Y vaya que en Sonora lo están viviendo, muestra de ello es nuestra pluma invitada, María Dolores Rodríguez Tepezano, quien nos comparte un poco del significado del Año de la Atención en esta delegación del norte.
Pienso que cuando atendemos a las y los acreditados de Infonavit debemos hacerlo desde el corazón.
En la delegación Sonora de Infonavit los créditos que se otorgan son en su mayoría adquiridos por trabajadoras y trabajadores que pertenecen a sectores económicamente vulnerables, debido a sus bajos ingresos.
Según nuestra Gerencia de Crédito, hasta mediados de mayo de este año, 50% de quienes han obtenido un producto en nuestras oficinas ganan menos de 12 mil pesos mensuales y aunque hay otros rangos, apenas 16% de ellos tienen como mayor ingreso 26 mil pesos mensuales.
Es por ello que para este 50 aniversario, en el que celebramos sirviendo, me permito platicar sobre el tema de la atención a las y los derechohabientes al momento de resolver sus dudas, consultas, quejas y comentarios.
Cuando un acreditado llega a pedir asesoría, con nuestra atención respondemos a la confianza que pone en nosotros cuando acude para resolver alguna complicación con la vivienda que compró, entonces, buscamos todas las alternativas y soluciones, pues, indirectamente, creo que nos convertimos en un aval de su crédito.
Por ejemplo, recuerdo el caso de un joven preocupado tanto por su casa como por la salud de su esposa, él comentó: “Fíjese que yo compré una casa usada y cuando mi esposa y yo llegamos a vivir ahí, ninguno de los enchufes de la luz servía, no había luz; también hace poco se descompuso la tubería de todo el drenaje. Sé que es una casa usada, pero se supone que ya habían visto que todo estuviera bien. A ver si me puede ayudar, porque con el vale de ecotecnologías que me dieron compré una estufa y un refrigerador desde febrero y todavía no me lo han entregado. Mi esposa está embarazada y no quiero que se exponga a un accidente, ¿cómo me pueden ayudar?”.
Otro ejemplo es el de una joven preocupada por los trámites pendientes de su mamá, ella comentó: “Aprovechando que estoy aquí le quería preguntar, es que mi mamá se pensionó y no ha podido tener las escrituras de su casa, en la notaría le dicen que necesita la carta de liberación de algo así, ya vino a Infonavit, pero le dijeron que fuera otra vez a la notaría; yo trabajo y no puedo andar con ella todo el tiempo, ¿me podría orientar?”.
Cuando hay una conversación de este tipo con el acreditado, aquí aplicamos: “No hay respuesta única, sino la correcta para ti”.
Lo correcto es comprender que el acreditado y la pronta resolución a sus requerimientos son prioridad, para no mermar su calidad de vida, como en las historias que les cuento.
Lo correcto es mostrar empatía y comprender al acreditado cuando deja claro que la pareja tendrá muchos gastos con el nacimiento de su hijo; que en verdad la salud de la esposa e incluso la de él corren riesgo; quien se encuentra en una situación vulnerable por sus ingresos. A todos ellos debemos escucharlos desde el corazón, porque esos mensajes ahí se sienten, en el corazón.
En la mayoría de los casos, cuando los acreditados exponen situaciones de vulnerabilidad con nosotros es porque no tienen otro recurso para solucionar sus problemas. Por ello como trabajadoras y trabajadores de este Instituto, estamos obligados a dar respuestas correctas y brindar acompañamiento para solucionar su problema.
Normalmente, muchos acreditados acuden con nosotros en su horario de trabajo, de modo que piden permiso para salir solo unas horas y regresar de nuevo a sus labores, es así que debemos ser eficientes con el tiempo. Con buena voluntad podemos dar respuestas correctas para que todo siga por buen camino y sientan alivio en este proceso que implica la adquisición de una vivienda.
La verdad, a cada acreditado que nos visita quisiera platicarle todo, todito lo que sé para que se sienta más tranquilo y nos tenga confianza. Por ejemplo, que los tiempos han cambiado y que poco a poco vamos mejorando, porque ahora la tasa de interés sobre el crédito que le otorgamos ha bajado y que se le cobrará acorde a sus ingresos; que los créditos para adquisición de vivienda cuentan con seguro por vicios ocultos y por siniestros; quisiera comentarle todos los beneficios que obtiene con nosotros, porque hoy más que nunca somos una institución de seguridad social.
Gracias, María Dolores, por compartir cómo se vive el Año de la Atención en tu delegación. Sin duda, historias como las que nos describes son las que nos permiten a todas y todos como colaboradores conocer, primero, el trabajo que se desempeña en todo el país, y, segundo, nos da la oportunidad de acercarnos como equipo Infonavit, aquel que brinda una atención y servicio que ha transitado a lo largo de 50 años y que deja huella, una huella que deberá seguir marcando un camino fructífero en años venideros.
Platícanos, cómo están viviendo en tu centro de trabajo, tu equipo de trabajo, este Año de la Atención, te leemos.
Rodolfo Ortiz Hidalgo.
“Yo dormía y soñaba que la vida era alegría … desperté y vi que la vida era servicio. Serví y vi que el servicio era alegría ” Rabindranath Tagore
“Nada en la vida tiene sentido excepto el que tú le des”
(Recordando al valioso libro de Viktor Frankl: “El hombre en busca de Sentido”)
¡Muy bien María Dolores!
Comparto unas palabras que leí alguna vez en redes alguna vez:
“Usa tu voz para la amabilidad, tus oídos para la compasión, tus manos para la caridad, tu mente para la verdad, y tu corazón para amar”
“No estás en el Universo, el Universo eres Tú”
“Cuando tu das y esperas algo a cambio, eso es una inversión.
Cuando tú das y no esperas nada a cambio, eso es amor”
María Dolores Rodríguez Tepezano
Nada que agradecer Rodolfo, gracias a usted por su cometario y por la citas tan bonitas y tan ciertas que incluye su texto. Y sí claro que sí, el servicio es alegría. Saludos.
Rodolfo Ortiz Hidalgo.
También, en mis primeras etapas en el INFONAVIT (Delegación R. XI;
Cuernavaca, Mor.), algunas veces, me tocó verificar las condiciones técnicas de viviendas, que algunos derechohabientes deseaban comprar. Fueron vivencias muy sabias en mi vida.
Por tal razón, la entiendo mucho, en su noble participación, y el valor agregado que la distingue.
Brillante su trabajo.
Viene a mi mente la asociación de algunas ideas.
Por un lado, para comunicar mejor mi comentario, transcribo una frase de Jesse Jackson:
“Nunca le mires por encima del hombro a nadie a menos que le estés ayudando a poner en alto sus pies”.
La menciono, como referencia y en recuerdo a un matrimonio mexicano, humilde. Hace varias decenas de años, la gran felicidad, en aquella época, les sonrió, un cuatro de abril de 1958, con el nacimiento en la Ciudad de México, de una preciosa niña, a la cual le pusieron el nombre de Rosario Marin.
Pronto, el matrimonio, emigró hacia Huntington Park, California (Condado de Los Ángeles. EU)
La Madre de Rosario Marín, trabajó como costurera, y su padre como Conserje, en un edificio de viviendas.
La niña, creció, estudió, se tituló, tuvo una larga y loable trayectoria profesional, que finalmente Bush, presidente de ese País, la nombró en abril del 2011:
Tesorera de Estados Unidos. (Primera latina).
Puesto de muy alta jerarquía y responsabilidad.
Como vemos, el don de saber respetar a cualquier persona sin distingo alguno de su nivel económico, social, cultural, etc., hace que la persona que lo ejerce, sea de inmediato reconocida. Nunca sabemos plenamente que hay detrás de una familia. El trato digno dado, es la mayor satisfacción.
No importa que sea o no sea derechohabiente del INFONAVIT, la persona a tratar.
Y ser gente humilde, perteneciente a esos sectores mencionados como económicamente vulnerables, por sus bajos ingresos, no es ningún impedimento para que algún miembro de la familia pueda, mediante la cultura del esfuerzo, triunfar plenamente en la vida.
Ahí está el caso de Don Benito Juárez.
Ya no sigo escribiendo, para no extenderme.
La vida frecuentemente sorprende mucho.
Es mi comentario.
Saludos.