¿Aún te lo sabes de memoria?

¡Firmes, ya! ¡Saludar, ya!

“Se levanta en el mástil mi bandera
Como un sol entre céfiros y trinos
Muy adentro en el templo de mi veneración
Oigo y siento contento latir mi corazón…”

Muy peinaditas y peinaditos cada lunes vestidos de blanco, hacíamos fila y derechitos uno tras otro, aunque hiciera frío, nos preparábamos para cantar el Toque de Bandera y luego el Himno Nacional, ¿te acuerdas?

Y aunque quizá ahora como adultos no lo hagamos a inicio de cada semana, hoy, Día de la Bandera, es una gran oportunidad para reflexionar sobre lo que representa para nosotros este símbolo patrio.

Si bien la historia de la bandera data desde que el cura Miguel Hidalgo durante el grito de Dolores empuñó el estandarte con la imagen de la Virgen de Guadalupe¹, dejaremos el tema para otro espacio, en realidad hoy queremos que tú nos digas, cuentes o presumas lo que sientes al ver la bandera nacional.

¿Habías pensado o has pensado lo que significa para ti? Por ejemplo, cuando ves alguna competencia deportiva internacional y uno de los jugadores mexicanos gana. Ahí está: firme, grande y ondeante nuestra bandera, siempre dispuesta a acompañar a quien lo necesite en terrenos propios y ajenos.

La bandera de México va más allá de un símbolo o representación de nuestro país, si lo piensas bien, en ella caben esfuerzos, sueños, historias, esperanzas, alegrías, fuerzas, leyendas, luchas… de antaño y presentes.

Y a pesar de los muchos significados que puedan tener sus colores (el verde simboliza la esperanza del pueblo en el destino de su raza; el blanco, la unidad, y el rojo, la sangre que derramaron los héroes por la patria)² o si el escudo surge de la leyenda que narra cuando Huitzilopochtli profetizó a los aztecas, durante su migración desde Aztlán, que debían buscar en un lago un águila posada sobre un nopal con una serpiente entre sus garras³, todas y todos hoy tenemos la oportunidad de honrarla, ¡no lo dudemos!

Salgamos a contemplar y admirar su magnificencia, el temple que tiene contra cualquier adversidad y lo que nos brinda como parte de nuestra historia de independencia, libertad, soberanía, democracia, paz y unidad. Porque justo esto es la base que nos da aliento y ánimo para que cada mañana al levantarnos y dirigirnos a nuestras oficinas, lo hagamos con el ímpetu y responsabilidad que conlleva ser parte del Infonavit, una institución de trabajadores para trabajadores, mexicanas y mexicanos a quienes les damos lo mejor de nosotros mismos con atención y servicio que los ayude a construir un patrimonio sólido y firme.

Quizá algún lunes puedas ir a la escuela de tus hijos, sobrinos, hermanos y gozar con ellos toda la ceremonia de honores a la bandera, pero sí no es así, date unos minutos para hacerlo ahora en tu centro de trabajo, asiste a la ceremonia, canta fuerte sin pena el Toque de Bandera y el Himno Nacional, que te escuchen a tu alrededor y que sepan que estás orgulloso de verla y saludarla.

Cuéntanos alguna historia que tengas sobre la bandera nacional, cuando eras niño, joven o ahora en tu lugar de trabajo, para nosotros será muy grato leer y deleitarnos con tus palabras.

3 comentarios

  1. Adriel Monroy pérez

    Hermoso nuestro lábaro patrio, para mi es honor y orgullo ser Mexicana y celebrar el día de mi bandera, cuando la veo se me ilumina el corazón y me da un sentido de pertenencia a mi País, a mi el lo personal me recuerda el amor y la honra por quienes lucharon por nuestra LIBERTAD.
    Agradeciendo a mi Padre su enseñanza y amor a mi Bandera y país, recuerdo que era muy pequeña como 9 años y mi Padre estando en el Aeropuerto al término de un informe de Gobierno, clausurando con el Himno Nacional se levanto de su lugar y saludando a la bandera de México yo lo seguí al igual que la mayoría de las personas y eso marco en mi vida el respeto y admiración a mi Bandera de México, donde cada que entro a mi Ciudad me recibe vigorosa y hermosa.

    saludos

  2. Ana Cristina Martínez Meza

    No se si se siga haciendo, pero cuando yo iba en la primaria nos tocaba hacer la “Guardia a la Bandera”. Cada salón se paraba 1 hora en el asta bandera y guardábamos silencio. También hacíamos desfile con las diversas banderas que hemos tenido a lo largo de la historia. Eso nos enriqueció mucho histórica y civilmente. También participar en la escolta o banda de guerra era un honor, casi casi un privilegio ya que quien cargaba la bandera era el alumno o alumna con las mejores calificaciones.

    En una ocasión me tocó participar en la escolta como suplente de quien cargaba la bandera, yo muy contenta pero al momento de cargar la bandera se me hizo muy pesada! Tenía como 10 años, aun con ello me sentí orgullosa de tener el lábaro patrio en mis manos.

    Saludos a todos, amigos.

  3. María Dolores Rodríguez Tepezano

    Me acompaña, está en mi corazón cada minuto del día, ha estado conmigo siempre desde la infancia cuando precisamente marchaba en la escolta de la escuela. El destino la pone frente a mí para admirarla, cuidarla y respetarla, para reconocerla como símbolo de unidad y victoria. La primera vez que me tocó asistir a una ceremonia de izamiento de bandera con mis compañeros de Infonavit, pues ahí vamos todas y todos a las 8 de la mañana, todos vestidos de blanco con negro. Mi primera vez. En un momento mientras me agrupaba entre mis compañeros una persona tocó mi hombro por la espalda y me dijo ven ponte ahí, era un fotógrafo que cubría el evento, lo hice, caminé unos pasos, junto a dos compañeros más salí en la foto de izamiento de bandera. Aún tengo la foto ¡Fue grandioso!

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