Regresar a la normalidad, ¿nos asusta?

Por más de un año hemos estado en casa, el COVID-19 nos obligó a adaptarnos a una realidad que quizá nunca pensamos enfrentarnos. ¿Qué hicimos? Resguardarnos, protegernos y saber que un lugar seguro sería nuestro hogar. Durante todo este tiempo esa mentalidad ha prevalecido en nosotros, pero poco a poco tendremos que salir y volver a nuestra vida, y eso puede estresarnos. No obstante, sucederá y estar preparados es un aspecto fundamental para nuestra persona y todo lo que conlleva alrededor de un regreso.

Y ahora es muy paradójico pensar en el hecho de que por tanto tiempo hemos deseado volver a la normalidad, que ahora no sabemos cómo hacerlo; pero ese proceso para muchos de nosotros no será fácil, nos acostumbramos a una situación de comodidad que nos brinda seguridad y salir de ahí, por supuesto, que provoca incertidumbre y miedo.

¿Es normal padecer esos sentimientos?, tras un largo periodo de reclutamiento donde la restricción de movimiento hizo que nuestro estado de ánimo y emociones se alteraran, ahora es probable que nos invadan. Sin embargo, ¿qué podemos hacer para recuperar la normalidad?

Primero, aceptar y darnos cuenta que todos somos diferentes y, en mayor o menor medida, enfrentarnos a ello tiene un ritmo especial y único en cada persona. Ir poco a poco aceptando que entraremos a un contexto menos hostil es una idea que puede ayudarnos, porque hemos aprendido a cuidarnos, sabemos los riesgos, pero también la forma de mitigarlos; las medidas de higiene deberán seguir presentes, atender los llamados de las autoridades sanitarias de cada localidad es indispensable y, sobre todo, ir sin prisa, pensar en positivo y contemplar este nuevo panorama de vida con objetividad.

Hagamos un esfuerzo, busquemos e incorporemos el lado positivo a la situación. Tomemos conciencia de que nos enfrentaremos a una fase en la que las amenazas serán menores, pero por ningún motivo debemos bajar la guardia; recuperemos nuestra rutina de normalidad, sin dejar a un lado la protección, los hábitos de higiene y salud, no dejemos de usar cubrebocas, lavarnos las manos y aplicarnos gel.

Iremos nuevamente controlando la cadencia de nuestras actividades, nuestra vida, y esa sensación nos ayudará a recuperar cierta comodidad y confianza.

Existen muchas recomendaciones a nivel emocional, psicológico y físico a las cuales podemos acudir, no dudemos en recurrir a ellas.

Tener información veraz y útil también es parte de una responsabilidad que todas y todos debemos tener y podemos compartir.


Cuéntanos cómo te has preparado para este retorno. ¿Has leído o escuchado alguna información que a ti te haya servido?, será bueno conocerla. Este espacio también está hecho para compartir, para escucharnos y retroalimentarnos. Anímate y escribe, también te hará sentir bien o harás que otros se sientan mejor.

4 comentarios

  1. Antonio Espinal

    Aprendimos que lo más importante es la salud y para conservarla tenemos que alimentarnos bien, hacer ejercicio y evitar comer lo procesado que venden en las tiendas amarillas con rojo. Tuvimos tiempo para la reflexión, ahora que vuelva la normalidad, continuemos dandole tiempo.

  2. Yolanda

    Nos iremos acostumbrando a vivir con más cuidados pero es impresionante ver personas que en la oficina siguen sin usar cubrebocas aunque se los pidas. Está muy mal que no tengan respeto por los demás.

  3. Sofía Martínez Verganzo

    Seguiré iniciando mis comentarios con “Cada cabeza es un mundo”.
    Ha sido un lapso por demás largo, muy largo que nos obligó a permanecer en un mundo sin libertad, en resguardo por nuestra salud y la de los nuestros, por nuestros amigos y vecinos, por nuestros compañeros de trabajo.
    Seguramente todos tenemos alguna experiencia que contar, particularmente no puedo decir que fue la mejor; sin embargo aprendí a valorar mucho más lo más valioso que tenemos en la vida “EL TIEMPO” y “LA LIBERTAD”.
    Me he preparado para regresar a la normalidad, amando mi vida, optimizando mi tiempo, la naturaleza, a mi país pese a todo, tenemos un Gran País.
    Cada que inicia un nuevo día es una nueva oportunidad para hacer las cosas correctas, para sonreír, para dar un poco de lo que tenemos, para compartir lo que sabemos. hoy se que tal vez no exista un mañana, por ello es que decidí vivir cada día como si fuera el último en paz conmigo misma y con mi entorno.
    Me preparé estudiando, aprendiendo, practicando para ser mejor en mi trabajo, para aportar desde mi trinchera todo lo que le reditúe beneficios a mis compañeros, organización sindical y empresa; además de procurar que mi trabajo deje huella de mi paso por esta enorme Institución.
    ¿Miedo? Por supuesto que da miedo el pensar que aunque vacunados nadie está exento de contagiarse pero el aprendizaje fue HAY QUE HACERLE FRENTE, SIN MIEDO PERO CON EXCESO DE PRECAUSIÓN, mascarilla protectora, careta, guantes todo lo que puedas para protegerte. NO BAJEMOS LA GUARDIA, seamos los GUERREROS que siempre hemos sido.

  4. Olga Cristina Rodríguez Marín

    Equivocadamente pensamos, que esto; no me pasará a mi, o tal vez si, pero solo un contagio y pasará, no te preparas para perder a un familiar y menos a 3 familiares. Ha sido duro, el dolor, el miedo, el enojo por los que no creen y no se cuidan y nos arriesgan. Por favor, no bajen la guardia, no se confíen, debemos seguir los protocolos.
    ¿cuesta regresar a la normalidad? si, cuesta mucho, pero debemos valorar a la familia y protegerla, cada día es una bendición que debemos valorar y disfrutar.

Responder a Yolanda Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *