El martes pasado publicamos la historia “Vida o rutina” de nuestra pluma invitada, que si no has leído tienes que hacerlo porque seguro verás un reflejo de lo que tú también has vivido en tu día a día en esta emergencia sanitaria, por ello, hoy inspirados en su experiencia, decidimos compartir uno de los cambios más significativos que ha traído consigo el COVID-19: la transformación del trabajo presencial a realizarlo en casa.
Fue un salto inesperado pero podría decirse que necesario e inevitable; el ritmo de la tecnología no para y acechaba día a día con un futuro laboral que permitiera una flexibilidad en nuestras actividades, un escenario nuevo de oportunidades y desafíos en nuestra productividad personal y en nuestra institución.
Este nuevo esquema de trabajo redefinió nuevos patrones laborales, así también una forma de gestionar espacio-tiempo en nuestra vida personal. Nos llevó a una modificación importante así como a un replanteamiento de aspectos como lugar y herramientas de trabajo, tiempo y permanencia con familiares, horarios laborales y familiares… nada fácil cuando la mayor parte de nuestro tiempo implicaba ir y venir de casa, convivir con otras personas ajenas a nuestro círculo familiar, lidiar en el ajetreo del transporte público o el tráfico, incluso pensar en la hora de los alimentos: dónde, con quién y qué ingerir, todo como parte de una rutina establecida que se tambaleó por un virus.
Pero el trabajo fuera de la oficina también vino acompañado de grandes beneficios. Permitió en mucha instituciones y negocios la continuidad de su operación. También ayudó a amortiguar algunos impactos negativos económicos, contribuyó a preservar millones de empleos y por ende mantener y hasta aumentar la productividad laboral.
Hacer un trabajo vía remota a nivel institucional ha facilitado la coordinación de diferentes actividades, a través de un ordenamiento, clasificación y priorización de las mismas; a muchos de nosotros nos ha dado ese respiro para distribuir nuestro tiempo y mejorar nuestro rendimiento personal y profesional.
Aunque también sabemos que existe la contraparte, en la que para muchas personas esta forma de trabajo ha sido agotadora, extenuante; nos ha privado de tener una interacción social natural, pues las videollamadas o llamadas por teléfono restringen ese sentimiento de reconocerse uno al otro, limita la integración, innovación y comunicación en los equipos de trabajo; mucha distracción, poca disciplina y constancia que pueden provocar disminución en la eficiencia y hacer que no se logren los objetivos y metas; problemas tecnológicos y de servicios que impiden una conexión en tiempo y forma; las cargas domésticas se incrementaron y quizá en muchos hogares se desbordaron, y finalmente un aumento del estrés.
Pero como ves, el trabajo en casa como todo lo nuevo genera controversia, habrá quienes lo disfruten y hayan aprendido a adaptarse a él; estarán las personas que por ningún motivo lo consideran como parte de su vida laboral, y por supuesto encontraremos a mujeres y hombres que decidirán incorporarlo a sus actividades de trabajo en una forma hibrida, es decir, con trabajo presencial y vía remota.
¿Qué opinas sobre este tema? ¿Cómo has sentido esta transformación laboral en el Instituto? Queremos escuchar todas las opiniones que tengas al respecto, ¡adelante, te leemos!
GCP
Literal, así sucedió. Lo bueno y lo malo que se vivió en esta emergencia sanitaria. Saludos,
Israel Ocampo
Ha sido un cambio radical que provoco cambiar nuestra rutina del día al día, la interacción social con nuestras compañeras y compañeros, acercamiento con la tecnología y la adaptación a la transformación laboral.
LUIS ENRIQUE JUAREZ
Vaya que nos cambió la vida esta forma de trabajo.
En lo particular creo que le soy mas productivo al instituto en la modalidad fuera de oficina porque pierdo mucho tiempo en los traslados hogar-oficina-hogar en un día normal son 1 hora y media, en un día cargado 2 horas y por ejemplo en esta época de lluvias hasta 3 horas de camino tan solo de regreso, puesto que tengo que cruzar toda la ciudad de México para llegar a casa.
Cuando voy a la oficina salgo a las 15:30 horas para evitar gran parte del tráfico de la ciudad, porque entre mas tarde salga, mas tráfico hay, y en casa suelo desconectarme un poco mas tarde porque toda mi familia acaba sus actividades aproximadamente a las 17:30 o 18:00 horas y ese tiempo que tardo en regresar a casa cuando voy a la oficina mejor lo aprovecho sacando trabajo.
Me gusta mucho ir a la oficina y muy feliz desarrollo mis actividades, es mas, puedo asegurarles que amo ir a la oficina, pero si algo tiene de bueno el programa de trabajo fuera de oficina es que me libera del stress del tráfico de la ciudad, el cual es muy agotador.
Saludos a todos y les deseo toda la salud, la cual en estas fechas es el tesoro mas grande que tenemos.
Sofía Martínez Verganzo
Sin lugar a dudas el ser humano es adaptable a todo cambio, máxime cuando vive una situación tan grave por la que pasa mundialmente. ¿Qué ha pasado? ¿En realidad nos hemos adaprado? Cada persona será una historia diferente, todos aprendimos, seguramente que ante todo primero está salvaguardar nuestra vida y salud.
¿Qué pasará cuando todo pase? Cuando la normalidad sanitaria nos alcance, la dualidad laboral ¿deberá continuar? … creo que sí, siempre que de forma voluntaria sea solicitado y no por unos días al mes, sería bueno pensar que el trabajo por objetivos quedaría muy bien bajo el esquema de trabajo en casa.
Particularmente amo mi trabajo, y mi lugar de trabajo.
Para mí ha sido complicado advertir mi vida laboral y la personal en un solo lugar.
Pero como dije antes… cada cabeza es un mundo.
OSWALDO
en lo personal me encuentro de maravilla trabajando vía remota ya que desde el covid y mi hipertensión fueron factores en base al protocolo de enviarme a casa a trabajar, mis funciones se adaptan a poder realizar trabajo desde casa, mis tiempos rinden de manera eficiente, distracción con acreditados/compañeros se terminaron y la parte de indicadores y metas son temas prioritarias en mis funciones dentro de cobranza. mi economía familiar a economizado en gasolinas y comidas en el trabajo. particularmente me siento bien, me gusta esta mecánica.
María Dolores Rodríguez Tepezano
A mi me gusta mucho estar en mi casa, pero para trabajar prefiero la oficina, presencialmente para mí siempre es mejor. La comunicación y la interacción incluso laboral a través de tecnologías las uso como una herramienta veloz, necesaria y multiplicadora, pero prefiero la oficina para trabajar. Sin embargo mucho tiene de verdad tu escrito si de por sí todo genera controversia, más aún la pandemia. Deseamos que pase pronto.
Eunice Mackenzie
En lo personal, soy mucho más productiva en casa, ya que tengo menos distractores, me he aprendido a disciplinar en cuanto a horarios y tengo menos problemas causados por el estrés. Me alimento más sano e incluso se me va el día más rápido trabajando.
Además aún no termina el peligro, cada vez hay más contagios en la oficina y no está padre que nos arriesguemos.
LUIS ALBERTO
claro que es un tema controversial, cada uno desde su propia vivencia.
por un parte me siento muy bien con el trabajo remoto fuera de oficina, me costo adaptarme por los equipos de trabajo, pero me permite dedicarle el tiempo prioritario a los que realmente tengo encomendado a mis funciones, que en temas de cartera requería de tiempo para atender a las agencias y acreditados, por otra parte me causo disgusto quería regresar a oficina, porque llegaba la hora de salida apagaba mi equipo y adiós trabajo, sin pendientes que llevar a casa, a diferencia de ahora que mi jefe a la hora que requería algo “urgente” habría que apoyarlo a la hora que fuese e incluso fin de semana.
por otro lado el temor de ir a oficina atender a muchas personas y contagiarse, no sabia si llevaría el virus a casa eso era muy estresante, claro que estando en casa me sentía con la seguridad de que tenia que cuidarme quedarme en casa, y eso te permite hacer con eficiencia tu trabajo, pues le dedicas de forma concentrada y tranquila a tus actividades.
hasta la fecha estoy muy satisfecho y agradecido con esta iniciativa y ampliación al esquema de trabajo, y estoy de acuerdo que llego para quedarse. ojala cuando todo regrese a la normalidad cada trabajador pueda implementar a su propio criterio y necesidades el esquema de trabajo en casa, siempre persiguiendo a fin los objetivos del instituto.
Patricia Sánchez Garcia
En mi experiencia fue muy distinto y menos estresante estar trabajando desde casa, ya que seguramente también depende del trabajo que realicemos en el Instituto, en mi opinión, en casa ahorramos tiempo en el traslado lo cual podemos aprovechar para la familia, en cuanto al tiempo de lluvias es peligroso ir por la autopista a diario ida y vuelta es estresante, también es estresante encontrarse con manifestaciones en las calles; y para el medio ambiente la contaminación que generamos en cada salida, el gasto de gasolina y comidas que tienes que comprar cuando no te da tiempo de preparar tus alimentos para el trabajo, además de peligroso, un descuido en el trabajo te puede costar la vida y no solo la tuya sino la de tus seres queridos, y no hay vuelta de hoja.
con respecto al trabajo en mi caso, cuento con un lugar específicamente para trabajo o estudio en donde tengo acondicionado para esas situaciones; el internet con el que cuento es muy eficiente, no se si se pueda mencionar la compañía, pero es T. Play, y en cuanto a los notarios que tengo que atender estuvimos muy bien comunicados vía correo electrónico, telefónicamente, vía whats app y en realidad estuve muy bien comunicada con mis compañeros de trabajo, gerente y notarios.
por lo tanto a mi me encantaría que los que podamos trabajar de esta forma nos dieran la oportunidad de continuar de esta manera en home office y a los que les guste trasladarse a la oficina que así lo hicieran.
saludos a todos.
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