12 travesuras que te harán reír

¿Quién no tocó un timbre y se echó a correr, o hizo alguna maldad en la cocina cuando era pequeño?

Nuestras compañeras y compañeros nos compartieron algunas diabluras de la infancia para reírnos a carcajadas y recordar con ellos estas fechorías.

 

Erika Edith Maldonado Abad
Delegación Nuevo León

Sólo quería ser puntual

“A mi hermana le costaba trabajo levantarse para ir a la escuela y a mí no me gustaba llegar tarde, así que no me quedó otra que adelantar cada reloj que había en mi casa. Durante tres años llegamos antes que todos, pero mi hermana se dio cuenta y le dijo a mi mamá. Lo bueno que ya me perdonó las desmañanadas”.

 

Guillermo Muñoz Zúñiga
Delegación Querétaro

 Fuga frustrada

 “Cuando tenía cinco años me escapé del kínder con unos compañeritos. Había una malla ciclónica que tenía muchos huecos en el piso y por ahí nos fugamos, aunque las maestras me alcanzaron. Después me llevaron a casa para reportar mi mala conducta. Mi mamá por supuesto me dio un buen castigo”.

 

Altagracia Olivares López
Delegación Hidalgo

Una sopa de su propio chocolate

“Mi mamá solía corregirnos con un matamoscas cuando nos portábamos mal, así que un día estaba descuidada tendiendo la cama y le di una buena nalgada con ese matamoscas mientras le decía: ‘para que sientas’. Corrí para que no me alcanzara porque seguro me iría peor”.

 

Liliana Alemán Torres
Delegación Nayarit

El mapa del tesoro

“Mi mamá tenía muchos geranios y los colocaba en latas de pintura que luego pintaba, para que quedarán todas del mismo color. Un día jugando en su jardín, me di cuenta de que la pintura de las latas se desprendía, así que empecé a quitarla con mis uñas, era increíble porque las capas que despegaba parecían mapas del tesoro, así que seguí haciéndolo con todas sus macetas. Para cuando mi mamá se dio cuenta, ya estaba toda llena de tierra y pintura, por supuesto sus macetas eran todo un desastre”.

 

Eduardo Adrián Aramburo Coronado
Delegación Quintana Roo

Reto al peligro

“Cuando tenía 8 años, mis hermanos y yo quisimos poner al extremo nuestro juego, así que, pusimos alcohol en una autopista de juguete y lo prendimos para hacer que los carritos pasarán a través de él. No sabemos cómo pasó, pero uno de los carritos encendidos se coló hasta las cortinas y en menos de dos minutos ya se nos incendiaba el cuarto. Afortunadamente era un cuarto fuera de la casa y mi abuelita controló el incendio a cubetazos. Nos dieron un buen castigo y nunca más jugamos con fuego”.

 

Rocío Urrea Peñuelas
Delegación Sonora

Las pastillas equivocadas

“A los seis años mi mamá nos daba unas vitaminas que sabían deliciosas; como me gustaban mucho, un día busqué en sus cajones y encontré sus pastillas anticonceptivas, me tomé como 10, al poco rato estaba con mareo y vómito, así que tuve que confesar. Terminé en el hospital con un lavado de estómago”.

 

Luis Alberto Mazkiarán Castillo
Delegación Baja California

Jugando con la bebé

“Cuando tenía seis años mi madre cuidaba a mi prima de dos años. Un día, tuvo que salir a la tienda y me pidió que no sacara a la bebé de la cuna, claro que hice lo contrario; pero no sólo eso, jugamos con el talco, así que para cuando volvió ambos estábamos cubiertos de este polvo de los pies a la cabeza. Me tocó regaño y castigo por no hacer caso”.

María Isabel Gallegos Maldonado
Delegación Zacatecas

Escapada al vestidor

“A los 5 años asistía a una guardería de monjas, había un salón enorme al que teníamos prohibido entrar; en él había camas individuales y un vestidor enorme, ahí guardaban vestidos para los bailables, pero a mí me encantaba ver los vestidos, así que cada vez que pedía permiso para ir al baño, me daba una escapada, corría entre los vestidos y brincaba en las camas. Era el momento más divertido del día”.

 

Sonia Graciela Hernández García
Subdirección General de Gestión de Cartera

El tiempo vuela

“Cuando tenía 7 años mis padres me llevaron a la playa, tenía ganas de ir a la alberca y mi mamá me dio permiso después de mucho suplicar una mañana a las 9:00. Al bajar, en la zona de albercas había cuevas de arena, así que me metí a jugar, al poco tiempo llegaron más niños y todos comenzamos a jugar. El tiempo se fue volando, cuando salí, a las 14:00, seguridad me buscaba, pues mis padres me habían reportado como perdida. Cuando me vieron me abrazaron y lloraron mucho”.

 

María Dolores Rodríguez Tepezano
Delegación Sonora

La mejor actriz

“Cuando cursaba el sexto grado me fracturé una pierna, así que tuve que estar en reposo total durante muchas semanas. Para mantenerme quieta, mis papás dejaron la televisión a mi total disposición; la verdad me aburría mucho, pero cuando mis hermanos la veían conmigo, los molestaba y obligaba a ver lo que yo quería. Un día, mi hermano Pepito se cansó, mientras peleábamos me movió la pierna, en realidad no me dolió, pero hice el drama de la vida. Por supuesto lo regañaron. Sólo fue una pequeña maldad entre hermanos”.

 

Leonardo Levi Lee Huerta
Delegación San Luis Potosí

Fruta para mi abuela

“Recuerdo que mi abuela paterna nos visitaba y deleitaba con sus platillos cuando tenía 5 años. En casa teníamos frutas de adorno, los limones y cebollas parecían reales, así que las guardaba en el refrigerador junto con las reales para mezclarlas, así cuando mi abuela me pedía que se las pasara, me aseguraba de darle una real y una de plástico, como no veía bien, no distinguía al principio que se trataba de verdura falsa, por supuesto que la hacía enfadar con mis travesuras”.

 

Marcia Carmen Mejía Salvador
Subdirección General de Administración y Recursos Humanos

Entre las ramas

“Un día mi mamá me mandó a la tienda, de regreso había un árbol que había crecido inclinado, así que decidí trepar en él. Recuerdo que llevaba un vestido de tirantes, al brincar entre las ramas se atoró, quedé atrapada por un largo tiempo. Era de esperar que el mandado llegara muy tarde”.

¿Te divertiste con estas travesuras? Platícanos alguna de la que te acuerdes.

9 comentarios

  1. Gabriela Valdes Carrillo

    Cuando tenia como 10 años, me puse a jugar con mis hermanas a la peluquería y comencé a cortarles el pelo pero se me fue de lado la tijera y para emparejar seguí cortando, y se me ocurrió ir por una cazuela se las puse en la cabeza y logre emparejárselos, al final las deje con corte de principito valiente dijo mi papa, lo bueno de todo fue que a mis hermanas les gusto su corte.

    1. Equipo Infonavit

      Gabriela, sin duda, es durante la infancia cuando se te ocurren las ideas más creativas y divertidas. Gracias por compartir.

  2. Ma. Isabel

    Realmente divertidas, me relajaron durante el día y no podía parar de reír, claro bajito para que no me escuchen

    1. Equipo Infonavit

      Ma. Isabel, échate una buena carcajada, siempre ayuda a manejar el estrés.

  3. eduardo adrian aramburo

    hola me gusto la interaccion espro continuemos con estas historias, saludos a mis compañeros

    1. Equipo Infonavit

      Adrián, que gusto que hayas pasado un buen momento leyendo estas historias. Te invitamos a seguir participando.

  4. Equipo Infonavit

    Historia compartida por la compañera Trejo Gómez Laura Pamela de la Subdirección General de Planeación Financiera y Fiscalización.

    Cuando era niña, solía ir con mi familia a Xochimilco en donde rentábamos una trajinera para descansar y pasar un buen domingo entre todos. Una de esas veces, en lo que mi papá traía comida para seguir el recorrido, una de mis hermanas quería alcanzar un lirio de esos que crecen en el agua; como siempre imitaba lo que mis hermanos mayores hacían, quise tomar otro lirio. Alcance a escuchar que mi mamá dijo: “Te vas a caer”; y sí, el peso me ganó y me caí. Todo mundo se alertó, comerciantes, familia, desconocidos comenzaron rápidamente mi búsqueda en el agua, aunque yo logré sujetarme de la trajinera con mi mano sin que lo notaran. Cuando mi mamá se dio cuenta en dónde estaba, me ayudó a salir, ella estaba desesperada y me preguntó que si estaba bien, yo le respondí: “No sé por qué me sacaste, si yo me iba a salir sola”. Seguro quería seguir nadando entre los lirios.

  5. María Dolores Rodríguez Tepezano

    Hola buen día, disculpen. ¿Cómo puedo subir mensajes a este blog?
    Por ejemplo me gustaría subir reflexiones acerca de temas que considero valiosos. Por ejemplo hoy 5 de Mayo Día de la Batalla de Puebla recuerdo un mensaje que sobre el tema escuché decir a Paco Ignacio Taibo II:
    El 5 de mayo de 1862, nuestro ejercito mexicano ése grupo de soldados jodidos, devastados literalmente muertos de hambre, ¿saben qué? revivieron y ganaron la batalla contra ese que era considerado el mejor ejercito del mundo, ¿saben por qué? ¡¡Porque Ignacio Zaragoza era un chingón!! Él, Zaragoza, parado frente a esos soldados casi derrotados les dijo, ¡ustedes pueden ganar porque ustedes son los mejores hombres de México! Y en ese momento el mensaje se fue de voz en voz, de hombre en hombre, el mensaje llegó hasta donde estaba el último soldado del ejercito mexicano ¡el espíritu patriota y combativo creció entre ellos y se desbordó!! Y sí ellos fueron los mejores hombres de México, ganaron la batalla anunciando a los franceses lo que les esperaba, lo que les dimos después cuando llegó la Reforma con Benito Juárez. ¡Feliz y combativo 5 de Mayo, buenos días Infonavit!!

    1. Equipo Infonavit

      Hola María Dolores, en todas las secciones puedes dejar un mensaje, ahora bien su gustas enviar alguna colaboración, puedes enviarla a comunicacioninterna@infonavit.org.mx. Aprovechamos también para recordar una frase del General Ignacio Zaragoza, sobre esa heroíca batalla, “El ejército francés se ha batido con mucha bizarría; su general en jefe se ha portado con torpeza en su ataque. Las armas nacionales, ciudadano Ministro, se han cubierto de gloria”. Saludos.

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