
El ambiente era cálido, los ingredientes fueron los primeros en llegar; las manos creadoras estaban suspendidas en el tiempo… a la espera de la chispa adecuada que encendiera las tradiciones y los sabores en los que se subliman los postres mexicanos.
Un grano de azúcar cayó en la mesa y al mismo tiempo ardió la flama del horno, que significó el inicio de la Muestra gastronómica “Sabores que unen”, en su edición postres.
En la mente de los equipos finalistas había dos ideas claras: la primera, la explosión de los miles de sabores que crearían al preparar el postre de su localidad, y la segunda, que representaban a su región: norte, sureste, centro y occidente. Y que en esta edición dedicaban el esfuerzo a las personas de Guerrero afectadas por el huracán Otis.
En la vastedad culinaria de México, solamente ocho finalistas, de 29 equipos que participaron, ascendieron a la cima de la Muestra gastronómica que resonará en las dulces historias y anécdotas del Infonavit.

Los nervios al cocinar se disolvieron en el compañerismo que se vivió en la cocina; un lugar donde la solidaridad y el trabajo en equipo se aunaron al ritmo de las cucharas y la cadencia de la música regional de fondo para ambientar y sazonar los postres.
La competencia no solo fue de sabores, también de historias; cada postre representaba una narrativa única: mientras unos incluían mezcal, otros más le hacían honor al Bacanora; surgieron los secretos descubiertos o aprendidos de familiares; las técnicas se tornaron complejas debido a las diferencias del espacio o los utensilios, mientras las costumbres danzaban alrededor del chocolate, el batido o las frutas.


13:30, edificio de Barranca del Muerto. Los postres están montados en una presentación digna de aplausos.
Un concurso amplía nuestras perspectivas, pues conocemos otras visiones de un mismo tema, que, al detonar sentimientos y emociones, se vuelve una fiesta. Muestra de ello fue el Mercadito migrante que, tal como mencionó Alejandra de la Mora, gerenta de Difusión, antes de iniciar la muestra, es “una representación de cocinas de otros países que por procesos migratorios contemporáneas conforma la cultura gastronómica mexicana”.
En conjunto fuimos parte de esta fiesta, disfrutamos comida venezolana y yucateca; cocina libanesa y mexa askenazi, además de cacao y chocolate, mientras esperábamos a que comenzara la presentación de los postres.


“No nos alcanzan las palabras por el cobijo y el apoyo de todos ustedes. Nos sentimos bendecidos”, así inició el certamen, con las palabras llenas de emoción de los invitados de honor, Alejandro González y Citlalli Rodríguez, compañeros de Guerrero, al presentar su pay costeño.
El grupo de jueces estaba en el estrado: Carlos Martínez, director general del Infonavit; Catalina Valle, representante del SNTInfonavit; Gabriela Sujey y Mario Cisneros, representantes de los sectores de los Trabajadores y Empresarial; Mariana Orozco, chef mexicana; encargados de encontrar la personalidad, laboriosidad y el sabor de los postres para elegir a los tres equipos ganadores.
El rostro de las y los jueces no mentía, sus ojos se abrieron como si pensaran: “¡Sublime!”, cuando probaron la coyota montada con nieve de licor de Bacanora (Sonora), el tlacahualli (Subdirección General de Crédito), el pastel de chocolate oaxaqueño con jarabe de mezcal (Oaxaca) y el mousse de guayaba (Estado de México).
Sus rostros también expresaban cumplidos como: “Esto es delicioso”. “¡Qué locura de sabor!” y más, al recibir las pinturitas (Sinaloa), la tarta de queso chiapaneco con duraznos al posh (Chiapas), la gelatina de coco (Colima) y el pan de plátano (Nayarit).


Hay susurros de un ingrediente mágico: la pasión, que transforma un postre en una obra maestra.
La receta ganadora está a punto de anunciarse, pero antes, el tercer lugar… Elaborado con bayas frescas, el mousse de guayaba, del Estado de México 👏👏👏. En segundo lugar… Platillo aderezado con una bebida milagrosa, la coyota montada con nieve de licor de Bacanora, de Sonora 👏👏👏¡Ahora sí!, el ansiado primer sitio… Un poema hecho dulce, la tarta de queso chiapaneco con duraznos al posh, de Chiapas.
Un postre es la máxima expresión de la unidad y el sabor. Así concluye nuestro viaje por el paraíso de los postres que significó la Muestra gastronómica “Sabores que unen”.
Que este sea solo el inicio de muchas más tradiciones viajeras que se vuelven realidad gracias al trabajo en equipo y la unidad. ¡Hasta la próxima odisea gastronómica!

Equipo: Sugar’s Friends
Delegación Regional Estado de México
Platillo: Mousse de guayaba
“Esta experiencia me dejó mucha diversión”. Liliana Pérez
“En este tipo de espacios sumamos y aportamos. Entendimos mejor el concepto de unidad al representar a nuestra delegación”. César Cuevas

Equipo: Sonora
Delegación Regional Sonora
Platillo: Coyota montada con nieve de licor de Bacanora
“Me emocioné porque todos los postres se veían muy bien”. Mariana Lugo
“Fue una experiencia muy divertida, estaba muy nerviosa. Pero trabajando juntas lo logramos”. Diana López

Equipo: Malaya
Delegación Regional Chiapas
Platillo: Tarta de queso chiapaneco con duraznos al posh
“Vale la pena participar en este tipo de espacios. Invito a todos a hacerlo porque la unidad es lo más valioso”. Marcela Mérida
“Esta muestra me dejó que es mejor trabajar en equipo y creer en ti mismo”. Vianey de Jesús Ocampo
Erika María Perez Solis
¡¡¡¡Arriba Chiapas…… Arriba Malaya!!!
Espectadora agradecida
Muchas felicidades a todos los finalistas. Yo presencié la gran final y se pudo ver la entrega de todos los contendientes, incluso en su actitud al pasar al estrado. Muchas felicidades también a los organizadores, porque eventos como este nos hacen unirnos, disfrutar y convivir en un ambiente laboral agradable, sano, inclusivo y participativo.
Rocío Terán Cruz
Yupiiiii!!!!, felicidades Equipo Malaya.
Judith Quintanar
Hola, delicioso esperamos los recetarios jejeje
saludos