
La historia inicia en 1922, en la ciudad de Oaxaca, con el matrimonio de Juana Hernández y Juan Nepomuceno Jiménez iniciando con una pequeña alfarería que fue creciendo hasta convertirse en un taller familiar a tal grado de establecerse en la Ciudad de México. Ellos crearon alianzas con otros artesanos de varios estados y esta empresa continúa difundiendo el arte de nuestros compatriotas.