5 recomendaciones para que el regreso no te agobie

Regresar… es la palabra que más hemos pronunciado y anhelado desde hace ya varios meses que inició nuestro resguardo en casa debido al COVID-19. Poco a poco varios centros de trabajo retomamos nuestras actividades de manera presencial y los espacios laborales en nuestra casa vuelven también a su forma original. Y aunque aún se puede pensar que es muy prematuro un regreso a la normalidad, lo cierto es que todas las actividades se han ido recuperando y debemos estar preparados.

Angélica Gisela Hernández Espinosa, analista en la delegación Metropolita del Valle de México, nuestra pluma invitada, nos da algunas recomendaciones para que a quienes les toque regresar a sus centros de trabajo tengan mejores herramientas para afrontarlo.

La emergencia sanitaria nos mostró de manera forzada otras formas de trabajo, como el trabajo en casa o también conocido home office; las empresas se dieron cuenta de que no necesitan tener a sus empleados en una oficina para que lleven a cabo sus actividades, incluso percibieron que pueden generar ahorros en cuanto a renta de oficinas, entre otras cosas.

El Infonavit no pudo escapar a esta manera de trabajar y envió a casa a más de la mitad de su personal, y nosotros, como empleados, tuvimos que empezar a implementar nuevas maneras de comunicarnos y atender a nuestros acreditados y derechohabientes. Les hacíamos llamadas para atender sus trámites y dábamos seguimiento a través de correos electrónicos.

De acuerdo con un estudio realizado por la consultora Robert Walters a más de 2,000 organizaciones a nivel global, 54% de éstas aseguraron que el home office trajo un impacto positivo en la salud mental de su personal debido a la eliminación de tiempos de traslado y la comodidad de trabajar desde casa.

A más de un año de este confinamiento, también se ha aprendido que los modelos de trabajo pueden ser híbridos, pues está comprobado que estar todo el tiempo en la oficina o, por el contrario, realizando trabajo en casa afecta las capacidades sociales y la salud mental de las y los trabajadores.

El pasado 4 de junio, las cosas regresaron a una aparente normalidad. En algunos lugares volvimos a nuestros centros de trabajo con la mejor de las actitudes para atender a nuestros derechohabientes, pero en el fondo extrañamos trabajar desde casa, porque desconectarse un tiempo y tomar un respiro en la tranquilidad de nuestros hogares también es benéfico.

Y como eventualmente el regreso es inminente, creo que vale la pena comenzar a preparar nuestra mente y cuerpo para que sea lo más ligero posible. Por eso aquí están cinco recomendaciones que me parecieron muy sencillas, prácticas y atinadas para retomar la normalidad en el trabajo:

1. 1. No te anticipes: intenta poner entre paréntesis los sentimientos y pensamientos negativos que puedas estar teniendo. Esto puede ser complicado, pero es una estrategia que te ayudará para no resistirte a este nuevo cambio.
      
      
   2. Planifícate: si tus horarios se ven trastocados, tendrás que cambiarlos para asumir esa vuelta a la oficina; si es así, haz un programa progresivo que te permita adaptarte poco a poco a esas nuevas horas, algo sencillo, pero que puede liberarte de algunos pensamientos negativos.
      
      
   3. Infórmate pero sin intoxicarte: siempre es bueno mantenerse informados, pero no sobreinformados, para así poder ajustar nuestros pensamientos a la realidad de la situación. Lo ideal es poder conocer las medidas de seguridad e higiene adoptadas que tendremos que llevar a cabo en el lugar de trabajo y también, en caso de tener que usar transporte, cuáles serán las medidas que tendremos que seguir cuando viajamos.
      
      
   4. Reunirse con los compañeros es bueno: piensa en aquellos que te hacen reír, con los que pasas buenos momentos o con los que trabajas de forma más cómoda. Pensar en tareas habituales que hacemos en el lugar de trabajo o en nuestros compañeros y añadir elementos y pensamientos positivos también nos puede ayudar a afrontar la vuelta a la oficina.
      
      
   5. Ejercicios de relajación: en los momentos de mayor negatividad o desánimo, practicar ejercicios de relajación y actividades gratificantes nos puede ayudar a recuperar la estabilidad emocional.

Yo las he aplicado poco a poco y aunque para todas y todos será diferente, esa diversidad también nos ayudará a tener certeza de que estamos juntos en esto y así podremos apoyarnos a seguir adelante, a trabajar y comenzar de nuevo.

¿Qué te parecieron los consejos que nos dio nuestra pluma invitada? ¿Tienes algún otro?, compártenoslo. Como bien lo dice, saber que estamos juntos en esto nos ayudará y hará sentir más tranquilos, menos estresados y más felices. Te leemos.